Foro!

~*Kuroshitsuji Yaoi*~

Bueno, para las personas no amantes del yaoi xD, aqui un FF de Ciel y Lizzy, no se preocupen no tiene contenido raro _ _, xD! es un poco dramatico eso si u.u. disfruten!! bye


----------------------------------------------------------------------


_+_ Sonríe para mi…_+_

 

 

-Lizzy! Apresúrate!

 

Su sonrisa…esa sonrisa… que desde hace tanto no veía en ese rostro… su rostro…, esa persona a la cual mas quiero en este mundo; me sonríe….Ciel me mira desde el otro lado de la habitación, carga en sus pequeños brazos esa linda barca de madera con la que solíamos jugar cuando niños, sigue viéndome con esa mirada llena de dulzura, levanto mis manos para observarlas un momento,… son…. Pequeñas, volteo apresuradamente hacia al espejo que tengo a mi derecha.

 

Mi reflejo muestra a esa inocente niña de rizos rubios y vestido rosa que constantemente iba a la mansión Phantomhive a jugar con…

 

-Ciel!! –Grito con un tono inquieto en mi voz, el voltea a verme con esas hermosas orbes azules, intento decir algo pero mi boca no obedece las indicaciones de mi cerebro.

 

Y en ese instante lo vuelvo a ver, ese rayo de vida que ilumina su rostro, eso… por lo cual yo daría mi propia vida, esa sonrisa, regreso a el, llena de paz, de inocencia, llena de Ciel….Toma mi muñeca con su mano para llevarme a aquel lugar donde solíamos jugar.

 

-Toma –Acerca una diminuta figurilla hacia mi – Lizzy jugara con esto y yo…. –Echa un vistazo rápido a todas aquellas piececillas esparcidas en el suelo –Y yo tomare la esta, esta bien?

 

Asiento levemente ante su pregunta. El tiempo pasa mas lentamente de lo normal, Ciel sonríe cada vez que voltea a verme, y un poco avergonzada le devuelvo el encantador gesto. De pronto su hermosa sonrisa es sustituida por un gran llanto, su mirada color cielo libera grandes gotas llenas de dolor.

 

Sin darme cuenta la mansión empieza a cubrirse de ese ardiente manto rojo, Ciel desapareció de enfrente mió, Grito fuertemente su nombre un par de veces pero nadie parece escucharme, corro a todo lo que mis piernas dan, y justo cuando logro divisar a Ciel…yo…yo…..!!

 

-Despierte señorita, es hora de levantarse

 

Los rayos de sol logran colarse desde la ventana hasta mi rostro, acostada en una cama que no es mía recuerdo aquel sueño, Paula sonríe despreocupadamente como ya es costumbre, con esos cascabeles en ambas manos empieza a dar ligeros brincos.

 

-Buenos días señorita, el conde Phantomhive me ah dicho que le gustaría que lo acompañara en el desayuno

 

Claro, como olvidarlo, esta es una de esas tantas veces en las que me eh escapado para venir a visitar a Ciel, llegue tan agotada de aquel viaje que caí rendida en cuanto mi cuerpo toco la cama.

 

Paula saca de aquel armario uno de los hermosos vestidos que compre en mi viaje a Paris y lo extiende sobre el sofá de alado de la cama.

 

 

 

<-><-><-><-><-><-><-><-><-><-><-><->

 

Camino por los vacíos pasillos de aquella mansión, por cualquier lugar donde mire se encuentran los lindos adornos con los que decidí decorar… pero aun se siente esa aura de soledad, la misma que suele rodear a Ciel ¿es que acaso jamás podré alejarla de el?

 

Llego a mi destino, y abro lentamente aquella gran puerta de madera fina, lo primero que veo son a aquellos tres peculiares sirvientes de Ciel disculpándose con grandes reverencias dirigidas a Sebastián, el, atento a mi llegada se dirige a mi dirección ignorando por completo a aquel trío.

 

-Buenos días Señorita Elizabeth…

 

-Buenos días Sebastián –respondo a su saludo como lo haría una señorita, miro de reojo el sitio de Ciel, pero el todavía no esta ahí- ¿Donde esta Ciel?

 

Antes de que pudiera responderme algo oigo la puerta de detrás mió abrirse de golpe, ahí, parado estaba el, con ese traje azul que tan bien se le ve…. Pero…. Aun falta su sonrisa, decidida a ver aquella alegría en el rostro de Ciel me abalanzo contra el eufóricamente, tomándolo de los brazos y dando miles de giros sin control

 

-E-e-Elizabeth para! –Se separa de mis manos en un sutil movimiento-

 

-No! No! No! Te eh dicho que me digas Lizzy, Lizzy! –Objeto a mi favor con cierto dejé de enfado - …. Antes lo hacías todo el tiempo.

 

El no me contesta, ni siquiera hace el falso intento de ponerme atención, se sienta en esa gran silla enfrente de la  mesa, Sebastián recita algunos nombre de platillos preparados para el gusto de su amo, y el, como siempre, mira con especial atención cada uno de los movimientos de su mayordomo,

 

Parada, en el lugar que me encontraba, enfrente de aquella escena, mi cuerpo empieza a sentir algo… ¿Celos?... acaso es ese sentimiento tan cruel y despiadado lo que recorre mis entrañas en este momento?; Pero… es que … no puedo evitar pensarlo, tal vez alguien piense que es un algo absurdo. Más…. Yo no lo siento igual….

 

Antoinette, me ofrece una silla a lado de Ciel para poder sentarme, la acepto, tomo el tenedor con mi mano, y sin probar bocado sigo pensando un poco en aquel sentimiento que llego a mí tan súbitamente como desapareció. Escondo mi mirada triste en mi flequillo de cabello color oro.

 

-Si no comes pronto, tu comida se enfriara…. Lizzy –Ciel pronuncia esa ultima palabra en un tono mas bajo que las anteriores, Levanto mi vista para apreciar aquella expresión en el, esa sonrisa que incontables veces se posa sobre mi rostro, regresa, me lavando súbitamente de mi asiento para levantar precipitadamente  ambas manos de Ciel.

 

Algo nerviosa y no dudo sonrojada me digno a hablar.

 

-Ci-ci-ciel yo….- su mirada se cruza con la mía, en un esfuerzo vano de tratar de adivinar mis pensamientos, decido no darle mas vueltas al asunto, respiro hondo, y aspiro todo el aire que puede caber en mis pulmones-

 

-¡¡¡QUIERO TENER UNA CITA CON CIEL!!! >///<

 

Cuando por fin soy capaz de abrir mis ojos esmeralda, se refleja en ellos esa típica pose de Ciel, sus ojos cerrados, despreocupadamente, su barbilla apoyada en su mano y sus piernas cruzadas, suspira profundadamente.

 

-Sebastián…- El mencionado parase entender a la perfección la  petición de su amo-

 

-señorita Elizabeth mi joven amo tiene su agenda llena por el resto del día, entre trabajo y estudio, me temo que tendrá que rechazar su petición, aun que esta profundamente agradecido por ella.

 

Niego con la cabeza una y otra vez, no estoy dispuesta a rendirme tan fácilmente.

 

-Pero, Sebastián…

 

-Ya lo oíste Lizzy, por que no vas de compras con alguien mas, a mi no me interesan esas cosas –Ciel se levanta lentamente de su lugar y se dispone a salir de la habitación.

 

-NO! Tu vendrás con migo! –Repicó-

 

-No lo haré –responde-

 

-que si!

 

-No…

 

<-><-><-><-><-><-><-><-><-><-><-><->

 

 

Sentados en el carruaje de Ciel nos dirigimos a la cuidad, miro por la ventana como los primeros indicios de civilización se hace cada vez mas visibles. Finalmente entramos con dirección hacia la zona central.

 

Ciel y Yo bajamos de nuestro transporte, Sebastián mira intrigado a Ciel, supongo que buscando que el decida mejor regresar, pero, yo no le daré esa oportunidad.

 

-Iremos de paseo por un rato, espéranos aquí Sebastián –Pido amablemente a el mayordomo, quien sigue mirando a Ciel-

 

-Haz lo que dice,… es una orden

 

-Yes, my lord (N: seria un crimen no poner esta frase =///=, jeje… xD)

 

 

<-><-><-><-><-><-><-><-><-><-><-><->

 

 

El empieza a caminar sin alguna ruta establecida y yo corro para alcanzarlo, cuando al fin lo logro lo llevo de paseo por el parque, aun que el sol amenaza con esconderse y dar paso a la lluvia yo no me doy por vencida, después de caminar un largo rato por el lugar, tomo su mano y corremos juntos hacia una concurrida plaza, llena de hermosas tiendas con ropa elegante, juguetes, joyas, todo era maravilloso, la simple idea de entrar a algún lugar me entusiasmaba, voltee a ver a Ciel con la esperanza de volver a ver ese rostro que tanto amo…pero aun nada… algo decepcionada le obligo a entrar aun sin numero de lugares, pendiente siempre de cada uno de sus gestos y expresiones, que no pasaban siempre de el aburrimiento, aun que pretenda esconderlo de mi, lo se muy bien…

 

Compramos algunas cosas, el día esta por acabarse, mi tiempo esta apunto de agotarse, trato de hacer que mi cerebro piense algo, pero nada…

 

-Es hora de regresar, pronto dará inicio una tormenta- Comenta Ciel con su mirada perdida en el cielo.

 

-Supongo que, tienes razón.

 

Regresamos a donde Sebastián no s espera, el, toma todas las compras que hicimos y las acomoda en el carruaje, mientras yo subo a lado de Ciel. No mentiré, estoy un poco triste.

 

<-><-><-><-><-><-><-><-><-><-><-><->

 

Llegamos a nuestro destino, la gran eh imponente mansión Phantomhive, el día ah acabado ya, el tiempo me venció, tantas cosas pasan por mi mente en aquel preciso momento.

 

Ciel se dispone a entrar en la mansión, mas yo… me detengo en seco a unos cuantos metros de ella, no lo aguanto mas… ya no puedo mas…… no lo soporto….

 

Las heladas gotas de lluvia golpean mi rostro delicadamente, sin embargo, hay gotas calidas cayendo de mis mejillas, desbordándose sin control una tras otra

 

-Yo…. Solo…. Quería….quería…. Volver a verla…. – Mi garganta se cierra en ese instante, mi pecho duele, no, mi corazón duele, un hueco enorme se traga todo en mi interior.

 

Caigo arrodillada sobre el suelo, tapo mis húmedos ojos con ambas manos, pero es inútil, el sonido de mis sollozos es alto, pero puedo oír a la perfección aquello pasos apresurados que se dirigen a mí.

 

Ahí esta el, enfrente mió, y sin decirme una sola palabra se lo que piensa, el me mira como reclamando perdón, se arrodilla, y me toma en sus delgados brazos, fuertemente, cariñosamente.

 

Por un breve instante siento el latido apresurado de su corazón, acaricia con extrema suavidad mi cabello, y susurra palabras de aliento en mi oído, entre mas repite esas acciones, mas siento como el agujero en mi interior crece, me succiona poco a poco, …. Me aleja de el….

 

Grito desesperadamente su nombre, acompañado de miles de “porqués”.

 

¿Por que se alejo así de mi?

 

¿Por qué ya no me cuenta ya mas nada de el?

 

Por que, por que…. Miles de preguntas que nublan mi razón, más…. La respuesta que tanto miedo tuve de escuchar resuena una y otra vez en mis oídos.

 

Y ahí… abrazada fuertemente en el regazo de Ciel, con la lluvia mojándonos sin parar, el cielo llora…llora amargamente. La respuesta  es simple, pero dolorosa:

 

“Jamás volveré a verla”

 

 

Por que…

 

Lo cierto es….

 

Que Ciel…

 

Ya no….

 

Sonríe para mi……..

 

 

 

Fin u.u

1 comentarios

  1. Unknown // 17 de septiembre de 2015, 20:42  

    Esto es como para cortar venas!!! :'(
    Okno

Publicar un comentario